¿Cuándo empezar con la educación sexual en casa?
Seguramente si estás leyendo este artículo es debido a que la educación sexual que recibiste en tu infancia tiene alguno o muchos puntos de mejora. Es normal. El mundo avanza a pasos agigantados y con él, evoluciona la evidencia científica sobre la importancia de educar afectiva y sexualmente a nuestros y nuestras peques desde sus primeros años de vida.
En los centros educativos ya existen protocolos que incluyen la educación sexual, mejor o peor desarrollados y aplicados en función de diversos factores, pero es indispensable naturalizar la temática sobre sexualidad en casa, en el entorno familiar, desde la infancia. Casi todas las personas expertas coinciden en que el núcleo familiar debe ser el educador sexual principal. La familia es la primera figura de apego y referencia, por lo que gracias a ella, formamos nuestro esquema de valores.
Así que ya lo sabes, aléjate de tabúes y miedos y establece con tu peque desde sus primeros años de vida un canal de comunicación sexual sincero, con ello, establecerás las bases para que desarrolle relaciones sanas en su futuro.
Quieras o no, antes o después, tu peque tendrá acceso a información relacionada con la sexualidad a través de diversos canales: grupo de iguales, medios de comunicación, resto de familia, etc. asegúrate de que tú seas una persona de referencia con la que se sienta libre de poder hablar y preguntar sin pudor y evitarás información distorsionada.
¿Qué pasa si mi peque ya no es tan peque y aún no he empezado a hablar sobre sexualidad en casa?
Más vale tarde que nunca. Empieza desde ya a normalizar el diálogo y que tu hijo o hija empiece desde ya a obtener sus beneficios.
¿Y cómo empiezo?
Alrededor de los dos años suelen tomar conciencia de las diferencias físicas entre varones y mujeres y a los 4 años la mayoría de los niños y niñas tienen una conciencia clara de su identidad de género. Por ello, desde el nacimiento, normaliza en vuestro diálogo la naturalidad de expresar términos cómo “vulva” o “pene”.
Recuerda que educas a tu peque constantemente, aunque en ocasiones no seas consciente de ello. Tu hijo o hija recibe inputs continuos a través de tus opiniones, tus pudores, tus silencios o tus gestos. Todas las familias educamos sexualmente, aunque no queramos. Por ello, empieza por quererte y respetarte a ti para fomentar la autoestima de tu peque.
Desde el principio, permítele que se conozca y se acepte. Si tiene curiosidad sobre sus órganos genitales o cualquier tema relacionado con la sexualidad, explícaselo con naturalidad, con un lenguaje adaptado a su edad, pero sin mentiras. Ya no vale lo de que “los bebés los traen la cigüeña.” Si tienes dudas sobre cómo hacerlo, existen muchos recursos literarios que te ayudarán en el proceso.
Si tu peque no tiene preguntas para ti, busca oportunidades de aprendizaje sexual a través de cuentos, vídeos o diálogos improvisados.
Analiza “las preguntas detrás de las preguntas.” Por ejemplo, ante la pregunta “¿Soy normal?”, muchas veces se esconden dudas sobre su desarrollo sexual o sentimientos. Dale la seguridad que necesita.
¿Y qué pasa si siento que no tengo la preparación suficiente para educar sexualmente a mi peque?
Cómo comentábamos al inicio del artículo, la unidad familiar es fundamental para educar sexualmente. Obviamente, cuantas más herramientas tengamos para poder hacerlo, más seguridad sentiremos a la hora de afrontar el compromiso, pero no hace falta contar con un máster en la materia ni dedicarte profesionalmente a este ámbito para asumir la responsabilidad. Siempre puedes contestar: “no lo sé, pero lo investigaremos”.
Acude a la biblioteca de tu comunidad, donde encontrarás muchos recursos que te apoyen en la tarea, adquiere libros o vídeos sobre el tema, pregunta a tu pediatra o pide cita en el centro de planificación familiar de tu zona, existen multitud de profesionales con deseos de ayudarte.
Recuerda:
- La unidad familiar es el educador sexual principal
- Empezar desde el nacimiento, naturalizando conversaciones sobre el tema sin tapujos
- Si sientes que no cuentas con la seguridad suficiente, busca recursos de apoyo para ayudarte en la tarea